En un mundo donde la medicina moderna lleva décadas avanzando a pasos agigantados, es muy loco pensar que una práctica de hace más de 3000 años sigue siendo relevante y efectiva en la actualidad.
Por supuesto, hablamos de Ayurveda: un sistema de medicina que nació en India, que ha resistido la prueba del tiempo y continúa siendo una fuente invaluable de salud y bienestar para millones de personas en todo el mundo. En sánscrito (el idioma que dio origen a todas las lenguas indoeuropeas) Ayurveda significa “ciencia de la vida”. En un mundo hipertecnológico, nos invita a reconectar en profundidad con todo lo que vive.
¿Sabías que aún quedan ruinas de esas primeras ciudades universitarias que florecieron a orillas del Ganges y del Indo? Y eso que en el siglo XII la conquista musulmana hizo desaparecer casi todo. Y que durante varios siglos su práctica se hizo casi en secreto, transmitiendo los saberes de manera no oficial de generación en generación. Fue recién a mediados del siglo XX, cuando Occidente ya empezaba a manifestar todos los desequilibrios de la vida moderna, que algunos viajeros curiosos lo redescubrieron y empezaron a aplicar… y a disfrutar de su maravilla!
Ayur nos invita a redescubrir que cada uno de nosotros somos cuerpo, mente y alma interconectados, y que el equilibrio de estos tres aspectos es la clave para una salud óptima y una vida feliz. Este concepto hoy nos resulta más aceptable, pero imaginate hace 500, 100 años… en occidente, decir que la mente y el cuerpo hablan entre sí, era garantía de que te digan loca… o que te quemen en la hoguera!
Una de las razones por las que el Ayurveda ha perdurado a lo largo de los siglos es su capacidad para adaptarse a las necesidades cambiantes de las personas y su entorno. Es una ciencia que sigue abierta, que integra todo lo que la ciencia “descubre” y que puede coexistir con cualquier otra cosmovisión.
Asi, en un mundo dominado por la medicina moderna, el Ayurveda nos recuerda la importancia de mirar hacia atrás y aprender de las tradiciones ancestrales. Su capacidad para proporcionar un enfoque holístico para la salud y el bienestar, su adaptabilidad a las necesidades individuales y su énfasis en la prevención de enfermedades hacen que el Ayurveda sea una medicina atemporal que se vuelve fundamental hoy en día.
