“Me diagnosticaron SIBO” Tres pasos iniciales para mejorar tu salud

El SIBO (sobrecrecimiento bacteriano intestinal) se refiere al  conjunto de alteraciones gastrointestinales y extradigestivas  que aparecen cuando se produce una acumulación  de bacterias en algunas partes del intestino delgado, que solo deberían estar  en el intestino grueso. Esto  da lugar a una sobreproducción de gases como hidrógeno y/o metano.

Los principales síntomas que presentan son la distensión abdominal, flatulencia, sensación de pesadez, diarrea, constipación y dolor abdominal.

Algunas enfermedades que pueden dar síntomas similares al SIBO y deben descartarse son:  enfermedad inflamatoria intestinal, celiaquía, diverticulosis, pancreatitis, esclerodermia, VIH, enfermedades neurodegenerativas, litiasis biliar, DBT, obesidad, hipotiroidismo, helicobacter pylori, parasitosis intestinal, entre otras.

Actualmente para diagnosticar SIBO se utiliza el test del aire espirado donde se hace un recuento del hidrógeno y el metano eliminado.

El abordaje dietoterápico que abordamos en el consultorio para el sobrecrecimiento bacteriano es la Dieta baja en FODMAP (Fermentable, Oligosaccharides, Disaccherides, Monosaccharids and Polyols). Lo que hacemos en una primera etapa, es reducir la ingesta de algunos hidratos de carbono fermentables. Así la persona puede disminuir su sintomatología en un plazo aproximado de dos semanas, aliviando la hipersensibilidad visceral que presentan.

Es importante consultar con un profesional especialista, ya que muchos de estos alimentos son de gran importancia para nuestra salud intestinal, por lo que en una segunda etapa deben incorporarse cautelosamente y con seguimiento, para que vuelvan a ser parte de la alimentación.

• Fructanos o Fructooligosacáridos (FOS): Se hallan en alimentos como trigo, centeno, cebada, algunas verduras y frutas
• Galactanos o Galactooligosacáridos (GOS): Mayormente en algunas legumbres
• Lactosa: La encontramos en la leche, quesos untables, yogures y helados
• Exceso de fructosa: En la miel, algunas frutas, algunas verduras, vinos y licores
• Polioles: En algunas frutas con carozo, setas y edulcorantes

A continuación, te dejo tres tips para comenzar tu camino de sanación:

1. En tus desayunos o meriendas reemplazá la harina de trigo por harina de sarraceno, harina de quinoa, de arroz integral o de avena. Podés hacerte panes caseros o comprarlos, pero siempre asegúrate que sean de buena materia prima.

• Evitá tomar leche o yogur. Elegí bebidas vegetales fortificadas en calcio como bebida vegetal de almendras o leche deslactosada para tomar en infusiones o incluir en tus preparaciones.

• Elegí frutas como banana no muy madura, naranja, kiwi, frutillas, papaya, uvas, ananá o hasta 20 arándanos entre 2 a 4 veces al día lejos de las comidas principales para incluir micronutrientes, no inflamarte y lograr ir al baño con regularidad.

Empezá a sumar estos pequeños cambios y por supuesto siempre elegí un acompañamiento profesional amoroso con una especialista en el tema para que el camino sea amable y posible.

Podés ampliar esta información accediendo a nuestra Masterclass on demand  Sanando la digestión – Escuela Ronda Lunar

O podés pedir tu asesoramiento personalizado con Gise

Lic. Gisela Baiardo. MN 8019
Redes @nutricionargentina
Mail gisela.baiardo@gmail.com
Contacto 1161892685

Contacto 1161892685 Licenciada en Nutrición. Especialista en Nutrición deportiva y antropometrista ISAK II. Realicé tres Posgrados en alimentación vegetariana en la Universidad de Buenos Aires, en la Universidad de Belgrano y la Universidad de la Plata. Realicé una especialización en plant based para el alto rendimiento. Soy especialista en sobrepeso, obesidad y trastornos de la conducta alimentaria y en patologías intestinales. Como docente me desempeño en UCES, dicto clases para profesionales en la Sociedad Argentina de Nutrición y la Asociación Médica Argentina. Actualmente coordino una cátedra de nutrición en la Universidad Nacional de la Artes. Soy bailarina, preparadora física. Dicto capacitaciones para la comunidad de la danza, soy apasionada del deporte y el movimiento, de la investigación y de la transversalidad en el despliegue corpóreo, académico, científico y espiritual.